
Nuestros ojos rinden al máximo cada día, y trabajar con el ordenador es especialmente estresante, lo que se nota, por ejemplo, en la sequedad ocular. Por ello, nuestro órgano sensorial más importante debe recibir un aporte suficiente de nutrientes como la vitamina A y el oligoelemento zinc, que pueden favorecer la visión y el funcionamiento de los ojos.